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Casi todos los vehículos de gasolina (con normativa anticontaminación EURO 3 como mínimo) se pueden convertir a GLP con un coste razonable.
La primera consideración para la instalación es el montaje de un depósito de GLP en el vehículo. Estos depósitos son extremadamente resistentes y seguros, se pueden instalar en el hueco de la rueda de repuesto o como un depósito cilíndrico en el maletero.
Perder una pequeña cantidad de espacio es el único sacrificio requerido - compensado por los muchos beneficios que disfrutará de operar con dos sistemas de combustible, gasolina y gas, aumentando también, en la mayoría de los casos, hasta en un 50% la autonomía del vehículo.
Bajo el capó, se realiza el montaje del sistema, piezas mecánicas y unidades electrónicas de alta calidad y de última tecnología que hacen que el vehículo funcione perfectamente en cualquiera de los dos sistemas de combustible, pasando de uno a otro, sin necesidad de parar el vehículo y sin notar el cambio de un sistema a otro.
La parte final de la conversión es la prueba en carretera del vehículo, la optimización de la gestión electrónica y la confirmación de que se han cumplido todos los requisitos de funcionamiento y de instalación del sistema.
El tiempo necesario para instalar un sistema de GLP varía dependiendo de un número de factores que incluyen opciones de depósito, el número de cilindros, marca y modelo de coche, etc. Un típico sedán familiar con un solo depósito suele tardar entre uno o dos días, mientras que un vehículo todo terreno o un vehículo con múltiples depósitos podría tardar de dos a tres días. En función del depósito que el cliente quiera montar, habrá que hacer trabajos adicionales para esconder o disimular los depósitos montados, garantizamos un perfecto acabado en todos nuestros trabajos.
Su compañía de seguros debe estar informada de la transformación a GLP, y usted debe preguntar el coste adicional de la póliza para asegurar el sistema - y el aumento de valor del vehículo según sea el caso.